Me encanta el chocolate en todas sus variantes: tableta, bombones, pasteles, a la taza, tartas... aunque he de confesar que lo como menos de lo que me gustaría, por que si no ya sabemos lo que pasa... De hecho, en casa siempre hay chocolate, pero para postres y cocinar, que si no ¡me lo como seguro!
Como buena amante del chocolate me encanta la tarta de 3 chocolates, pero siempre la he encontrado ese puntillo que le da la cuajada, la cual por sí sola no me gusta. Así que el viernes decidí probar a hacer una versión "no-cuajada", pero si no le pongo cuajada ¿con qué cuajo la tarta para que no sea un mar de chocolates en un molde? En esta receta os lo explico: con gelatina neutra. Además, no hay que hervir ni remover constantemente la mezcla de cada capa. Eso sí, necesitamos más tiempo de enfriado entre capa y capa: entre hora y media y dos horas; así que paciencia con los tiempos cuando probéis a hacerla.
He de decir que tiene un sabor fantástico a chocolate (que a mi parecer, es a lo que tiene que saber una tarta de 3 chocolates), suave, nada empalagoso y muy bien compensado.
Sólo de recordarla se me hace la boca agua, así que manos a la obra:
Ingredientes:
- 250 gr. de chocolate negro para postres
- 250 gr. de chocolate con leche para postres
- 250 gr. de chocolate blanco para postres
- 600 ml. de nata para montar (yo utilizo 1 brick de 200 ml para cada capa)
- 450 ml. de leche semidesnatada (150 ml. por capa)
- 150 gr. de azúcar (50 gr. por capa)
- 15 hojas de gelatina neutra (5 para cada capa)
- 1 paquete de galletas María
- 100 gr. de mantequilla
Elaboración:
- Primero, vamos a empezar preparando la base. Trituramos las galletas con ayuda de la picadora y derretimos la mantequilla en el microondas.
- Mezclamos bien ambas cosas en un bol hasta obtener una pasta densa como la de la foto.
- Forramos la base de nuestro molde desmoldable con papel para horno y colocamos la mezcla de galleta y mantequilla. Presionamos bien para que se compacte y reservamos en la nevera.
- Mientras enfría la base, vamos a empezar con la primera capa. Lo primero, ponemos 5 hojas de gelatina neutra a enfriar en un plato con agua bien fría durante 5 minutos.
- Ponemos en un cazo a fuego medio el chocolate negro, la nata, la leche y el azúcar.
- Removemos poco hasta que el chocolate esté disuelto y la mezcla esté caliente (sin que llegue a hervir)
- Añadimos las hojas de gelatina que hemos dejado hidratando.
- Removemos un minuto hasta que estén bien disueltas.
- Vertemos sobre la base de galleta y mantequilla. Dejamos que enfríe y metemos a la nevera hasta que cuaje (aproximadamente entre hora y media y dos horas).
- Repetimos el mismo proceso con las otras dos capas (la de chocolate con leche y la de chocolate blanco). Como veis en la imagen, justo antes de verter la siguiente capa, rallamos la anterior con un tenedor. Vertemos la nueva mezcla rompiendo con una cuchara, para que no caiga de golpe sobre la capa anterior.
- Para la decoración he utilizado 100 gr. de chocolate para postres y un chorrito de leche. Deshacemos el chocolate con la leche y con ayuda de una manga pastelera de boquilla pequeña, dibujamos círculos cobre papel de horno como vemos en la imagen. (Previamente medimos el perímetro de nuestra tarta para saber de qué tamaño tenemos que hacerlo)
- Desmoldamos la tarta con cuidado y la colocamos en el plato en el que vayamos a presentarla.
- "Envolvemos" la tarta como veis en la foto, con mucho cuidado de no romper el chocolate de la decoración, y presionando éste sobre los bordes de la tarta para que se fije a ella. Llevamos a la nevera y dejamos enfriar hasta que solidifique el chocolate.
- Con mucho cuidado, vamos despegando el papel de horno del chocolate. Yo lo volví hacia la tarta, pero si queréis que se os quede vertical, podéis hacerlo sin añadir leche al chocolate y metiendo la tarta media horita al congelador en vez de a la nevera.
- Ahora, sólo nos queda ¡disfrutar!¡que aproveche!