Tengo que decir que me encantan las fresas: enteras (a bocados), con azúcar, con yogur, con nata montada, en macedonia... y por supuesto en mermelada.
Esta mermelada es muy sencillita de hacer si tenéis una panificadora (la mía es del Lidl). La inversión no es muy grande (unos 50 €), y el abanico de posibilidades que nos ofrece es muy amplio, aunque yo todavía estoy descubriéndolo. La mermelada queda perfecta, deliciosa, suave, nada empalagosa, con un sabor a fresas que no lo iguala ninguna mermelada industrial, sólo os digo que en un mes he hecho tres veces esta mermelada, porque entre mi familia triunfa mucho y... ¡desaparece en un santiamén!
Vamos con la receta:
Ingredientes:
- 1, 1 kg. de fresas
- 500 gr. de azúcar
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo
- 1 cucharada de vinagre de Módena
Elaboración:
- Lavamos las fresas y las quitamos el pedículo.
- Las troceamos en la cubeta de la panificadora.
- Añadimos el vinagre y el sobre de gelatina.
- Espolvoreamos el azúcar cubriendo todas las fresas.
- Programamos la panificadora en el programa 11: Mermelada. (Dura 1:20 horas, pero nosotros le pondremos 2 veces seguidas, ya que el programa está hecho para hacer la mitad de mermelada que nosotros, de tal forma que el proceso nos durará 2:40 horas)
- Yo normalmente, una vez que ya tenemos la mermelada hecha, la doy un pequeño toque de batidora, para que los trozos que nos encontramos no sean demasiado grandes.
- Podéis envasarla al vacío, siguiendo unos sencillos consejos, aunque yo no lo hago porque como os he dicho....¡vuela!
¡A disfrutar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario