Hace media hora escasa el Racing de Santander ha ascendido a Segunda División después de ganar en el partido de esta tarde celebrado en los Campos de Sport de El Sardinero al Llagostera, después de un año y una temporada duros para el equipo de la Tierruca, y qué mejor forma de disfrutar de un partido de fútbol con una sabrosa pizza carbonara casera.
Vamos a comenzar haciendo la masa. Es muy facilita de hacer, sólamente tenemos que tener un poco de paciencia (y de tiempo) para dejar que la masa crezca el tiempo suficiente antes de manipularla para hacer nuestra pizza (1 hora más o menos) y para amasar si no disponemos de una batidora amasadora.
Si no disponéis de una, yo os recomiendo haceros con ella. No hay por qué gastarse grandes cantidades de dinero, la mía es de la marca Philips, costó unos 30€ aproximandamente, y trae dos tipos de varillas: unos ganchos para amasar (ideales para panes y bollería) y unas varillas para montar (nos facilitará mucho el montado de nata o el batido de claras a punto de nieve, por ejemplo).
A lo que vamos, a preparar esta rica y suave pizza, y a disfrutar de ese olor que inunda la casa como si estuviéramos en la mejor trattoria italiana.
Ingredientes:
Para la masa (2 pizzas, podemos congelar la mitad de la masa una vez haya levado):
- 250 gr. de harina de fuerza
- 125 ml. de agua
- 13 gr. de levadura fresca (yo uso Levital, podéis encontrarla en cualquier supermercado)
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 4 gr. de sal
Para la pizza:
- 100 ml. de tomate frito
- 125 gr. de mozzarella rallada
- 100 ml. de nata para cocinar
- 3 lonchas de bacon
- 40 gr. de cebolla
- Una pizca de pimienta blanca
- Orégano
Preparación:
- Vamos a empezar haciendo la masa. Comenzaremos deshaciendo la levadura en 125 ml. de agua templada.
- En un bol amplio, tamizamos los 250 gr. de harina.
- Añadimos el aceite y la sal.
- Agregamos el agua con la levadura.
- Amasamos durante 5 minutos con ayuda de los ganchos amasadores. Si no disponemos de ellos, amasamos con las manos, aunque esta última opción nos llevará 10 minutillos más y al principio será un poco pringoso.
- Cuando tengamos una masa elástica, blandita y homogénea, ya la tendremos en su punto. Tapamos con un trapo seco y lo dejamos levar en un sitio seco y sin corrientes durante una hora. Yo lo meto en el horno, y como por estas tierras del norte en invierno hace frío y hay bastante humedad, yo precaliento el horno al mínimo de temperatura (en mi caso 50º), y cuando voy a meter la masa, le apago, que ya estará caliente, así leva mejor.
- Pasado el tiempo (si es más de una hora no pasa nada, podéis dejarla hasta 2-3 horas), nuestra masa habrá doblado su volumen y la dividiremos en dos porciones iguales. Si queréis congelar la mitad de la masa, este es el momento. (Mi foto no hace justicia al final del proceso, ya que me despisté y se me bajó un poco la masa, porque en cuanto la sacas comienza a bajarse un poco, pero es normal, no pasa nada).
- Enharinamos la encimera y estiramos la masa. Podemos cortarla dándole la tradicional forma circular que tienen las pizzas, como he hecho yo, o dejarle una forma un poco más "casera" y aprovechar toda la masa en la misma pizza.
- Colocamos la masa sobre la bandeja del horno cubierta con papel vegetal o una lámina de silicona apta para el horno.
- Con ayuda de una espátula de silicona, estiramos el tomate sobre la masa y espolvoreamos la mozzarella.
- Cortamos el bacon en cuadraditos y lo repartimos por toda la superficie.
- Cortamos la cebolla en juliana y la colocamos sobre el bacon.
- Repartimos la nata por toda la pizza. Para que quede bien repartida, yo dibujo una espiral por encima con la nata.
- Espolvoreamos un poco de pimienta blanca y orégano.
- Horneamos a 180º con calor solo abajo (yo en mi caso mi horno tiene una función llamada "horno de leña", pero si no disponeis de ella, con el calor solamente abajo os quedará perfecta) durante 20 minutos y........dejamos que se temple porque si no nos quemamos la lengua y.......¡a disfrutar!
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