Hoy os traigo una tarta fresquita, fresquita, ideal para tomar como postre después de cualquier comida de verano. Hoy cocinamos.....¡tarta de Mojito!
¿A quién no le apetece un buen Mojito después de un día de playa, de calor, sentado tranquilamente en una terracita una agradable noche de verano? Pues hoy os brindo la oportunidad de convertir este famoso cóctel en una fresca y apetecible tarta, dulce y refrescante, con auténtico sabor a Mojito, así que ya sabéis...¡manos a la obra!
Gracias a Carolina, de Tomillo, Laurel y otras cosas de comer por la receta. Eso sí, si, sale una tarta bien hermosota, como podéis comprobar en la foto, así que si queréis una tarta para menos comensales, podéis utilizar la mitad de los ingredientes (los utilizados en la receta dan para una tarta para unas 16 raciones). Yo os recomiendo hacerla el día antes de consumirla. En mi caso era para la comida del sábado, así que el viernes por la mañana hice la base y la tarta, y por la tarde la cobertura, así os aseguráis que cuaje perfectamente.
Bueno, lo dicho....¡manos a la obra, y a sorprender con este postre este verano!
Ingredientes:
Para la base:
- 1 paquete de bocaditos de limón
- 50 gr. de mantequilla
- 1 chorrito de ron (yo para estas cosas uso uno muy baratito que venden en Mercadona,"Almirante", que cuesta poco más de 5€ y da un resultado muy bueno para esta tarta)
Para la tarta:
- 2 sobres de gelatina neutra
- 600 gr. de queso Philadelphia
- El zumo y la ralladura de 6 limas
- 200 gr. de azúcar moreno
- un vaso (de los de agua) de Ron (en mi caso el mismo que usé para la base)
- 2 vasos de agua
- 2 ramitas de hierbabuena
- 500 ml. de nata para montar (¡muy fría!)
Para la cobertura:
- 1 sobre de gelatina de limón
- 1 vaso de agua
- Colorante azul (podéis utilizar los de la marca Vahiné que venden en el supermercado, en este caso no hace falta que os gastéis mucho dinero en colorantes de los que venden en tiendas especializadas)
Preparación:
- Trituramos las galletas con ayuda del accesorio picadora de la batidora y las llevamos a un bol.
- Metemos la mantequilla en el microondas unos 20 segundos para reblandecerla, la vertemos sobre las galletas trituradas junto con el chorrito de ron, y mezclamos.
- Forramos la base de nuestro molde con papel de horno para que no se nos pegue al servirla, y estiramos la mezcla de galletas, mantequilla y ron por toda la base, presionando con la mano para que quede bien compacta. Llevamos a la nevera mientras preparamos la tarta.
- Para empezar a hacer la tarta, lo primero vamos a rallar las 6 limas (solo la parte verde de la corteza, ya que la parte blanca es más amarga) y a exprimir el zumo de las mismas. Reservamos.
- Ponemos en un cazo a calentar el agua, el vaso de ron y el azúcar moreno, removiendo hasta que se disuelva el azúcar.
- Añadimos el zumo y la ralladura de las limas, y las hojas de hierbabuena, y dejamos que hierva a fuego medio unos 20 minutos.
- Cuando haya pasado ese tiempo, colamos la mezcla en un bol bien amplio (el que veis en mi foto se me quedó pequeño, y luego veréis que tuve que cambiarlo porque no podía ni removerlo, así que os recomiendo usar uno bien grande desde el principio).
- Disolvemos los dos sobre de gelatina neutra en medio vaso de agua fría.
- Añadimos a nuestra mezcla la gelatina disuelta y removemos bien para que se integre.
- Agregamos el queso Philadelphia y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea. Yo os recomiendo en este paso utilizar la batidora para facilitar la labor.
- En otro bol, montamos la nata (que estará bien fría), con ayuda de una batidora de varillas hasta que haga picos fuertes.
- Agregamos la nata a la mezcla anterior y mezclamos con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula de silicona, con cuidado para que no se nos baje la nata.
- Sacamos la base de galletas del frigorífico, y vertemos sobre ella la mezcla con cuidado. Reservamos 6 horas en la nevera.
- Una vez pasado el tiempo, vamos a hacer la cobertura. En un cazo pequeño, vertemos medio vaso de agua y lo ponemos a calentar.
- Cuando comience a hervir, añadimos el sobre de gelatina de limón y removemos hasta que se disuelva por completo.
- Apartamos del fuego y añadimos medio vaso de agua fría, y removemos con una cuchara.
- Añadimos unas gotas de colorante azul (yo utilicé 5 gotas, pero eso depende de la intensidad de verde que queráis conseguir). Mezclamos.
- Vertemos la gelatina sobre la tarta, con mucho cuidado, y utilizando una cuchara para que no caiga directamente sobre la tarta, porque si no se os puede mezclar con la misma (si os fijáis en la foto, a mi me pasó en un lado de la tarta). Dejamos enfriar en la nevera hasta el momento de consumir, mínimo 3-4 horas.
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