Buenos días!
Para afrontar nuestra primera semana de fase 1 con fuerzas, os invito a desayunar unas rosquillas de cacao que hicimos el viernes en nuestro taller de cocina semanal desde que estamos confinados. Neco y yo nos ponemos los viernes por la tarde con las manos en la masa y preparamos algo dulce para desayunar el fin de semana; ya hemos hecho galletas, magdalenas, bizcocho... y esta semana nos han tocado rosquillas, ¡de chocolate por supuesto!.
Muy sencillas de hacer, sólo nos hace falta una batidora de varillas o, en su defecto, una varilla manual, una cuchara de madera y vuestras propias manos. La textura de la masa es perfecta para manipularla sin que se nos pegue a las manos, Neco que tiene cuatro años ha conseguido formar un montón de rosquillas con gran facilidad, le ha entretenido mucho, y viene muy bien para trabajar la motricidad fina en los niños. ¡Pero lo que más le gusta de todo es que todos desayunemos lo que él mismo ha cocinado el viernes!
Ingredientes:
- 2 huevos M
- 2 sobres dobles de gaseosillas o gasificante para repostería (también nos vale medio sobre de levadura química)
- 110 gramos de azúcar
- 50 gramos de leche entera (podéis añadirle algún que otro licor tipo Baileys o Cointeau le pueden ir perfecto, pero yo he preferido no añadírselo y lo sustituyo por leche)
- 25 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 90 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 420 gramos de harina
- 30 gramos de cacao puro en polvo
- Aceite para freír
- Azúcar blanquilla para rebozarlas
Elaboración:
- Batimos los huevos con la varilla a velocidad alta hasta que espumen, aumenten ligeramente su volumen y blanqueen
- Agregamos el azúcar junto con el impulsor (gaseosillas o levadura) y seguimos batiendo
- Añadimos la leche (o el licor) y la mantequilla y batimos enérgicamente hasta que se haya integrado por completo.
- Ahora el aceite e integramos.
- Por último, la harina poco a poco. Al principio añadiremos la mitad y mezclaremos con la varilla hasta obtener una mezcla uniforme.
- Después cambiaremos a los ganchos de amasar (o a nuestras propias manos), y agregamos el resto de la harina junto con el cacao. Mezclamos hasta obtener una masa lisa y manejable.
- Cogemos porciones aproximadamente del tamaño de una nuez (o un poco más) y formamos una bola.
- Una vez formada la bola, hacemos un agujero en el centro con el dedo. Agrandamos ligeramente el agujero rotando la rosquilla y reservamos en la encimera hasta acabar con toda la masa .
- Calentamos el aceite y vamos friendo las rosquillas (intentaremos que el aceite esté caliente pero no muy fuerte, ya que queremos que aumenten ligeramente su volumen, y para eso tienen que estar unos minutos al calor y si está muy alto, se nos quemarían).
- Escurrimos sobre papel absorbente.
- Todavía templadas, rebozamos en azúcar y colocamos en un plato.
- ¡A disfrutar y... buen inicio de semana!
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