martes, 20 de noviembre de 2018

Crostata de crema pastelera y mandarina

Buenos días,

Mandarinas, crema pastelera, chocolate... suena bien la combinación, ¿no? Y si lo juntamos todo y lo convertimos en una exquisita crostata italiana, desvelamos el Desafío en la cocina de este mes... ¡Crostata! Gracias a Toñi, nuestra desafiadora de este mes, tenemos una entrada muy variada y apetecible, si queréis ver las propuestas de mis compañeros de Desafío, sólo tenéis que hacer clic aquí




La propuesta era simple: crostata con masa casera y su tradicional enrejado. Os cuento un poco de historia. La Crostata es una tarta italiana, con una base de pasta frolla (o masa brisa, masa quebrada...), con un relleno de mermelada a la que se le hace un enrejado con la misma masa de la base, se hornea y se deja enfriar. Yo he querido darle un toque otoñal a mi crostata, añadiéndole mermelada de mandarina casera y crema pastelera para contrarrestar la acidez de la fruta (puesto que he hecho una mermelada con poquito azúcar). A la masa le he añadido cacao puro en polvo, dándole un ligero toque de cacao y un color más intenso que destaque sobre el color naranja claro de la mermelada. 



El resultado ha sido una tarta nada empalagosa, con un sabor a mandarina intenso que contrata con el dulzor de la crema pastelera y el sabor intenso a mantequilla de la base. Sólo de pensarlo se me hace la boca agua, ¡y no os digo nada a mis invitados que fueron los que la degustaron!. Toma nota:

Ingredientes:

  • Para la base:
    • 20 gr. de cacao puro en polvo
    • 480 gr. de harina
    • 250 gr. de mantequilla fría cortada en trozos
    • 1 pizca de sal
    • 2 huevos L (los míos pesaban juntos 115 gr.)
    • 200 gr. de azúcar
  • Para la mermelada de mandarina:
    • 900 gr. de mandarinas
    • 300 gr. de azúcar
    • Un chorrito de agua
    • Unas gotas de zumo de limón
  • Para la crema pastelera:
    • 530 gr. de leche entera
    • 4 yemas de huevo
    • 100 gr. de azúcar
    • 50 gr. de Maizena
    • 1 trozo de corteza de mandarina
    • 1 cucharadita de esencia de vainilla
Elaboración con Thermomix:
  • En primer lugar, yo elaboré la mermelada unos días antes. Para ello, en primer lugar Coloqué el azúcar con el chorrito de agua y el limón en el vaso con el cubilete puesto y programé 7 minutos a velocidad cuchara a 100º, para hacer una especie de almíbar. 
  • Mientras se hacía el almíbar, pelé las mandarinas y las separé en gajos. Las añadí al vaso y programé 30 minutos, velocidad cuchara a 100º. 
  • Una vez pasado el tiempo, trituré a velocidad 5 durante 10 segundos. Pasé la mermelada a un tupper y cuando estuvo fría conservé en la nevera hasta el momento de su utilización. 

  • En segundo lugar, la base, que realicé el día anterior. Coloqué en el vaso la harina, el cacao, la mantequilla 30 segundos a velocidad 5. 

  • Añadimos el resto de ingredientes y amasamos 30 segundos. 

  • Hacemos un bola, envolvemos en film transparente y conservamos en la nevera hasta su utilización. 
  • Por último, la crema pastelera, también el día anterior. Simplemente colocar todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix y programar 7 minutos, 90 º a velocidad 4. Reservar tapado con film transparente pegado a la crema para que no forme costra. Una vez frío guardar en el frigorífico. 
  • El mismo día que vayamos a consumir la tarta (para que no se nos reblandezca la base con la humedad del relleno), procedemos a montarla. En primer lugar, espolvoreamos la encimera con harina, una buena cantidad para que no se nos pegue al estirarlo con el rodillo hasta obtener un grosor de unos 3 o 4 mm. 
  • Una vez estirado (utilizaremos en este paso 3/4 partes de la masa únicamente), enrollamos con cuidado en el rodillo y estiramos sobre el molde para tartas (puede ser también un molde desmoldable), previamente engrasado y espolvoreado con cacao puro. Cortamos la masa sobrante y aplastamos bien contra el molde (firmemente pero sin pasarnos).

  • Colocamos la crema pastelera encima. No importa que quede el aspecto que le veis en la foto, ya que al coger temperatura en el horno se licua un poco y se extiende uniformemente (al enfriar vuelve a coger cuerpo)
  • Seguido, la mermelada. Yo utilicé la mitad de la elaboración, la otra mitad la tengo para tostadas por la mañana...
  • Con la masa que hemos reservado, repetimos el paso del estirado, hacemos tiras y entrelazamos para hacer el enrejado. 
  • Horneamos con el horno precalentado a 200º durante 30 minutos. Retiramos del horno, dejamos enfriar y reservamos en la nevera (yo la metí un par de horas antes de consumirla).
Elaboración tradicional: 

  • En primer lugar, yo elaboré la mermelada unos días antes. Para ello, en primer lugar colocamos el azúcar con el chorrito de agua y el limón en una cazuela pequeña y llevamos a ebullición durante 5 minutos, para hacer una especie de almíbar. 
  • Mientras se hacía el almíbar, pelé las mandarinas y las separé en gajos. Las añadimos a la cazuela, removemos y llevamos a ebullición durante 30 minutos a fuego medio-bajo (al 4 de 9 aproximadamente), para que aguante mejor el calor, le ponemos la tapa trabada con una cuchara de madera, de tal forma que nos quede una rendija por la que salga el vapor. Removemos de vez en cuando.
  • Una vez pasado el tiempo, trituramos con la batidora hasta obtener la textura deseada. Pasé la mermelada a un tupper y cuando estuvo fría conservé en la nevera hasta el momento de su utilización. 
  • En segundo lugar, la base, que realicé el día anterior. Colocamos en un bol amplio la harina, el cacao, la mantequilla y removemos con una cuchara de madera hasta obtener una mezcla harinosa. Si tenemos amasadora nos facilitará la labor.  
  • Añadimos el resto de ingredientes y amasamos hasta obtener una masa como la de las galletas. 
  • Hacemos un bola, envolvemos en film transparente y conservamos en la nevera hasta su utilización. 
  • Por último, la crema pastelera, también el día anterior. Tenéis la receta de la elaboración tradicional aquí (lo único que tenéis que tener en cuenta es que en este caso no le añadimos el praliné de avellanas como en la receta que os enlazo, el resto es todo igual).
  • El mismo día que vayamos a consumir la tarta (para que no se nos reblandezca la base con la humedad del relleno), procedemos a montarla. En primer lugar, espolvoreamos la encimera con harina, una buena cantidad para que no se nos pegue al estirarlo con el rodillo hasta obtener un grosor de unos 3 o 4 mm. 
  • Una vez estirado (utilizaremos en este paso 3/4 partes de la masa únicamente), enrollamos con cuidado en el rodillo y estiramos sobre el molde para tartas (puede ser también un molde desmoldable), previamente engrasado y espolvoreado con cacao puro. Cortamos la masa sobrante y aplastamos bien contra el molde (firmemente pero sin pasarnos).
  • Colocamos la crema pastelera encima. No importa que quede el aspecto que le veis en la foto, ya que al coger temperatura en el horno se licua un poco y se extiende uniformemente (al enfriar vuelve a coger cuerpo)
  • Seguido, la mermelada. Yo utilicé la mitad de la elaboración, la otra mitad la tengo para tostadas por la mañana...
  • Con la masa que hemos reservado, repetimos el paso del estirado, hacemos tiras y entrelazamos para hacer el enrejado. 
  • Horneamos con el horno precalentado a 200º durante 30 minutos. Retiramos del horno, dejamos enfriar y reservamos en la nevera (yo la metí un par de horas antes de consumirla).

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