Risotto de tomates secos

 Buenos días,

el risotto es un plato de arroz típico de la cocina italiana, al que se le va añadiendo gradualmente el arroz a la hora de cocinarlo. Hay infinidad de recetas y variantes, pero yo hoy me he decantado por compartir con vosotros un risotto de tomates secos, con un sabor suave y delicioso, que hará las delicias de todos los comensales. 

En casa cada vez nos gustan más los arroces tipo risotto, sin ir más lejos el risotto al pesto que publiqué hace algún tiempo es uno de nuestros preferidos. Pero este con tomates secos no se queda atrás. Yo utilizo tomates secos en aceite que preparo yo misma, son muy sencillos de elaborar y os duran mucho tiempo en la despensa, y podéis utilizarlos en multitud de recetas, yo por ejemplo los he utilizado en ensaladas, como esta de burrata, en la que además os cuento cómo conservarlos según me explicaron en Campo di Fiori, en uno de mis viajes a Roma; en platos principales, como este hachis parmentier o en el risotto que hoy os presento. 

Ingredientes (2 personas):

• 200 gr. de arroz arborio especial risotto
• 40 gr. de tomates secos en aceite
• 1/2 cebolla
• 70 gr. de vino blanco
• 750 ml. de caldo de pollo
• 20 gr. de mantequilla
• 3 cucharadas de Aceite de oliva Virgen Extra
• 30 gr. de queso parmesano en polvo
• Sal y pimienta negra

Elaboración:

• En primer lugar, picamos la cebolla y la sofreímos en el aceite durante unos 10 minutos a fuego medio-bajo hasta que esté transparente y cocinada. 
  
  
  
• Añadimos el arroz y los tomates troceados y sofreímos 2 minutos a fuego alto (yo al 7 de 9)
  
  
  
• Agregamos el vino blanco y cocinamos un par de minutos hasta que se evapore el alcohol. 
  
  
  
• Vamos añadiendo el caldo, que tendremos caliente, poco a poco, cacillo a cacillo. Yo en el primer cacillo le he añadido también la sal y la pimienta. 
  
  
  
• Cuando casi se haya evaporado el cacillo que hemos echado, añadimos el siguiente. Cuando llevemos 8 cacillos, probar el punto del arroz. Yo he utilizado todo el caldo. 
  
  
  
• Cuando esté en su punto, retiramos del fuego e incorporamos la mantequilla y el queso.
  
  
  
• Mezclamos con la espátula de madera y servimos.